Nombre completo del producto: Estimulador térmico.
Lanzamiento: 1989.
Responsabilidad técnica: Heliane Campanatti-Ostiz – CRFa nº 1678 / SP.
Contiene: 1 estimulador térmico.
El Estimulador Térmico consiste en un tubo de aluminio sujeto por una varilla de acero galvanizado que lo hace rodar. Concebido por la logopeda Elisa Bento de Carvalho Altmann, tiene como objetivo estimular la sensibilidad térmica y el consiguiente aumento de la propiocepción (una sensación que tiene una determinada parte del cuerpo y es proporcional al control motor). El estímulo frío se considera más eficaz, ya que hay más de estos receptores. Además, la sensación de frío permanece durante unos segundos incluso después de que se retira el estímulo.
Indicaciones: el uso de este dispositivo tiene como objetivo obtener el control motor de las funciones neurovegetativas, el habla y la adaptación de los órganos fonoarticuladores. Se puede utilizar en varias patologías del habla e incluso en recién nacidos.
Modo de empleo: retire el tapón de un extremo del tubo de aluminio y coloque agua fría o caliente en su interior, según el tipo de estímulo deseado. El tubo de agua se puede colocar directamente en el congelador. Su principal finalidad es ser utilizada en el rostro, más concretamente en los labios, por su gran respuesta a la temperatura, especialmente al frío. La estimulación térmica debe realizarse de una a tres veces al día, según lo recomendado por el logopeda responsable.
Precauciones: cuando se coloque el Estimulador Térmico en el congelador, llene solo el 80% del tubo de aluminio con agua debido a la expansión del líquido. Para evitar quemaduras en la cara cuando se llena con agua tibia, se recomienda probar la sensibilidad a la temperatura en la mano superior del logopeda o tutor antes de usar.
