PROGRAMA PARA LA ESTIMULACIÓN DEL DESARROLLO INFANTIL (PEI)

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Nivel escolar: a partir de 0 años.

Observar cómo la niña o el niño logra estas adquisiciones y enriquecer el proceso con experiencias como las propuestas en las fichas que se incluyen, puede ser útil para los lectores que deseen participar activamente en estos aprendizajes, ya sean padres o profesionales de la educación infantil.

Como otros programas de intervención educativa, éste tuvo su origen en el intento de facilitar y acelerar el aprendizaje en niños que presentan retrasos o déficits evolutivos. En función de este tipo de posibles desfases, distintos en cada niño o niña, además de situar cada nueva adquisición en la edad en que habitualmente se alcanza, las fichas e inventario incluyen el concepto de conducta previa, como prerrequisito que el niño o la niña habrá de tener adquirido antes de enfrentarse a un nuevo aprendizaje, con independencia de su edad real.

La Estimulación Temprana o Precoz recibe este nombre porque se aplica desde el nacimiento, especialmente en los tres primeros años de vida, que es el período en que nuestro sistema nervioso posee mayor plasticidad y en el que, por tanto, puede favorecerse, a partir de estímulos adecuados, el desarrollo de nuevas conexiones sinápticas.

Podemos considerar la estimulación temprana desde una variante terapéutica, y en este caso iría dirigida, desde una variante preventiva, a todos aquellos niños y niñas que presenten alteraciones en su desarrollo por causas prenatales o postnatales, y para aquellos otros en los que se presumiese el riesgo de retraso madurativo, o desde una vertiente educativa, para favorecer el desarrollo de cualquier niña o niño.

Sin olvidar que un programa realmente precoz de intervención ha de contemplar, ya desde etapas prenatales, otros muchos aspectos (físico-biológicos, socio-políticos, económico-culturales, etc.), desde la óptica terapéutica mencionada anteriormente, los tres grandes  fundamentos de la estimulación temprana son, para nosotros:

  • La Psicología del Desarrollo, importante porque, pese a la plasticidad del niño o de la niña en sus primeras etapas, no podemos presentar  los estímulos de una manera anárquica. Basándonos  en la evolución  normal, hemos de valorar la forma más adecuada de graduar  en dificultad las respuestas que pretendemos  ayudar a que elabore la niña o el niño.
  • La Neurología Evolutiva, que nos da las pautas de maduración y posibles desviaciones de la misma, observando principalmente los reflejos y el tono muscular.
  • La Psicología del Aprendizaje, desde la que elaboramos la metodología para la facilitación de las nueva adquisiciones. Esta metodología está basada fundamentalmente en la selección de unos objetivos específicos de conducta, en un desarrollo secuencial de las tareas para conseguir dichos objetivos y en una programación de contingencias.

Aunque concebimos la estimulación temprana como un proceso de intervención global, para facilitar el registro, la evaluación y la programación de objetivos, hemos dividido este método en cuatro áreas fundamentales, que a su vez se subdividen en diferentes apartados o subá­reas, en las que se agrupan habilidades motoras, perceptivo-cognoscitivas, de lenguaje y sociales, de acuerdo con criterios diversos, al haber optado por elegir en cada caso aquellos que resultaban más operativos: posiciones  en las que tiene lugar la intervención, juguetes o materiales a emplear, funciones a observar, etc.

Los cuadernos se componen de las siguientes partes:

  • Los inventarios de desarrollo correspondientes a cada año se encuentran al final de cada libro y tienen una doble finalidad:
    • Facilitar la evaluación inicial de la niña o el niño. Supone el estudio de todas aquellas conductas  que, según se encuentren presentes en su repertorio o no, han de darnos la pauta para su posterior estimulación.
    • Facilitar la evaluación continua del proceso de desarrollo de cada niño o niña, la cual nos irá guiando hacia los sucesivos objetivos que hay que trabajar en cada momento.
  • Fichas de estimulación. Los ejercicios están agrupados en cuatro bloques, que se refieren a cada una de las áreas de trabajo. La finalidad primordial de este mate­rial es aportar ideas para conseguir cada uno de los objetivos enumerados en el inventario de desarrollo.
  • Apéndice. La evolución del control de esfínteres y su educación, por sus características, se incluye en forma de apéndice. No se consideró oportuna la inclusión en forma de fichas. Dadas las enormes  diferencias que se aprecian  de unos niños a otros, también hemos preferido no dividir en edades  el proceso de con­trol y se ha incluido la secuencia completa  en el libro de 2 a 3 años y en el de 3 a 4 años.
  •  Material didáctico. Al final de cada uno de los libros de 3 y 4 años se incluyen materiales gráficos necesarios para el desarrollo de las actividades de algunas fichas. Así, por ejemplo, hay fichas de lenguaje que requieren el empleo de tarjetas; éstas van numeradas  y tienen al dorso el texto sugerido.
NIVEL

0 – 1 AÑOS, 1 – 2 AÑOS, 2 – 3 AÑOS, 3 – 4 AÑOS

Marca

Cepe


CEPE


Un medio vehiculante y difusor creado para compartir métodos, intervenciones educativas o programas, previamente experimentados como eficaces. El fruto de estas experimentaciones, las fichas de trabajo del alumno y sus guías prácticas para el profesor-educador, ayudan a lograr unos objetivos curriculares más diversificados y graduados en el desarrollo personal de los alumnos necesitados de educación especial.

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